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Consejos para relaciones sexuales saludables entre personas mayores

¿Cómo debo cuidarme en la menopausia?

Cada mujer vive esta nueva etapa de una forma diferente. La menopausia es la retirada definitiva de la menstruación y, a veces, comporta malestares y dolencias. Pero una buena actitud y un estilo de vida sano y activo ayudan a que estos cambios hormonales no afecten a la salud.

La menopausia es un periodo de cambios fisiológicos en las mujeres marcado por diversos factores hormonales. Y puede ser, a su vez, un gran recordatorio para cuidarse y adoptar ciertos hábitos saludables en el día a día. Antes de su llegada, entre dos y cinco años antes, ya se pueden dar algunas alteraciones relacionadas con los niveles de estrógenos en la mujer.

La menopausia da comienzo cuando los ovarios dejan de producir estrógenos y, además, la producción de otras hormonas reproductivas empieza a disminuir. Todo esto hace que la mujer deje de tener el período, también llamado menstruación, y ya no exista posibilidad de un embarazo. Oficialmente, se entra en la menopausia cuando ha pasado un año entero desde la última menstruación.

En España, la edad media de inicio de la menopausia se sitúa en torno a los 48 años. Pero son muchos los factores físicos, biológicos y medioambientales que condicionan este momento, como la edad en la que se tuvo la regla por primera vez o factores genéticos. Algunas mujeres tienen lo que se llama una menopausia precoz, dejan de menstruar a los 40 años o antes.

Aunque sea un proceso biológico, la menopausia provoca cambios físicos y emocionales que pueden afectar al bienestar de la mujer. Cada mujer entiende y vive este periodo de transición de una manera diferente, pero lo ideal es que, pese a los cambios naturales que comporta, no afecte al ritmo y la calidad de vida de la mujer y su entorno. Mantener un estilo de vida saludable, ayuda a afrontar esta nueva etapa con un buen estado de salud.

Los principales síntomas

Durante la transición a la menopausia, algunas mujeres notan síntomas y molestias leves, como los sofocos, posibles cambios de humor o insomnio y dificultad para dormir. De hecho, los sofocos son el síntoma más frecuente (en un 80%) durante los tres primeros años después de la menopausia, y los cambios de humor son otro muy frecuente (en un 63%) de los primeros años.

La disminución del nivel de estrógenos comporta cambios que con el tiempo incrementar en el riesgo de padecer algunas enfermedades: osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes…

Durante este nuevo ciclo vital, es habitual que la vagina se vuelva más seca, y esto provoca relaciones sexuales dolorosas o incómodas. También existen problemas de salud relacionados con las infecciones urinarias o vaginales y la incontinencia.

En la mayoría de casos, los síntomas son leves y se solventan adoptando nuevos hábitos en el estilo de vida, como puede ser evitar la cafeína o hacer ejercicio. Otras mujeres cuyos síntomas son más problemáticos pueden requerir tratamiento, que siempre será el indicado por su médico.

Cómo cuidarse durante la menopausia

  • Visitar regularmente al ginecólogo. Este debe ser el primer paso para que, además de realizar una revisión, este especialista pueda asesorar a la mujer en esta nueva etapa vital. Y, pese a eso, solo un 40% de las mujeres entre 40 y 60 años acude puntualmente a la consulta ginecológica.
  • Practicar ejercicio. La práctica regular de ejercicio no solo ayudará a la mujer a sentirse mejor, también alivia los sofocos y permite controlar el peso y retrasar la pérdida ósea. La actividad física tiene grandes beneficios cardiovasculares, y es que, al llegar la menopausia, disminuye el nivel de estrógenos, que hasta este momento nos han protegido de estas enfermedades.
  • Mantener la mente activa. Uno de los efectos negativos de la menopausia puede ser la pérdida de memoria. Por eso, se recomienda mantener la memoria activa, a base de horas de lectura, juegos mentales, como los crucigramas o los sudokus, e, incluso, practicar técnicas de meditación.
  • Consumir suficiente vitamina D y calcio. Mantener unos niveles adecuados de ambas protege de enfermedades como la osteoporosis.
  • Seguir una dieta saludable, baja en grasas y sal y alta en fibra. Se debe priorizar la ingesta de frutas, verduras y granos integrales. Asimismo, se aconseja incrementar la cantidad de pescado, sobre todo aquel rico en omega-3, y de lácteos.
  • Cuidar el suelo pélvico. Además de prevenir la incontinencia urinaria, el cuidado de la musculatura del suelo pélvico es importante para controlar la atrofia vaginal, muy habitual en la menopausia.


Dra. Claudia Pueyo
Medico de família centre mèdic Atlàntida

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