La piel de la zona periocular es muy fina y, por ello, deja entrever antes el paso del tiempo. Además, esas señales de envejecimiento empeoran con las gesticulaciones repetitivas, el estrés y la propia genética.
Para tratar las bolsas, las arrugas en los párpados y las patas de gallo, se aconseja realizar un peeling periocular, que combate la pérdida de luminosidad de esta zona del rostro. Lo hace a través de una combinación totalmente individualizada de distintos tipos de ácidos.
Este tipo de peeling químico combina diferentes tipos de ácidos con el objetivo de estimular el organismo en su proceso natural de reparación. Se trata de un procedimiento no invasivo que consiste en aplicar una solución química en torno a los ojos.
El objetivo es exfoliar y suavizar la piel de esta zona tan delicada y eliminar las impurezas de la zona de los ojos. El resultado es una piel más suave, radiante y luminosa.
Antes de empezar el peeling, se limpia profundamente la piel del paciente para eliminar todas las impurezas y los posibles restos de maquillaje. Así, el producto químico, que es totalmente seguro, penetra mejor en la piel.
El producto que se utiliza se adecua al tipo de piel de cada persona y sus necesidades. Variará, por lo tanto, según cada paciente.
Los resultados son muy naturales. Empiezan a ser visibles después del tratamiento y en las semanas siguientes de la sesión, cuando la piel ya se ha regenerado completamente. Recomendamos realizar 6 sesiones.
Efectos secundarios: Toda la información en el siguiente enlace.