La redensificación consiste en inyectar ácido hialurónico de baja densidad junto con aminoácidos, polinucleótidos y vitaminas.
El tratamiento de redensificació facial se hace aplicando pequeñas inyecciones o infiltraciones con cánula. Son indoloras y, después de la sesión, la zona generalmente no se inflama. Se inyecta de ácido hialurónico no reticulado con aminoácidos, polinucleótidos y vitaminas.
Como que se trata de compuestos naturales, no causa reacciones ni alergias, y se puede usar en todo tipo de pieles. Se aconseja hacer tres sesiones para obtener los resultados deseados, a pesar de que dependerá del estado de la piel del paciente y de las necesidades que tenga.
Este tratamiento requiere un procedimiento poco molesto para el paciente, y por eso se hace en la cabina de una clínica estética, sin anestesia. Si el paciente lo requiere, se podría usar una crema anestésica previa.
Recomendamos 3 sesiones espaciadas cada una con 21 días de diferencia. Después, 1 sesión cada 10-12 meses.
Puede aparecer una mínima inflamación local después de la sesión, pero estas reacciones desaparecen de manera natural en poco rato. Los pinchazos son prácticamente imperceptibles al cabo de pocos minutos. El tiempo de recuperación después del tratamiento es entre 3 y 4 días.
Los resultados de la redensificación facial se aprecian desde la primera sesión con un efecto muy natural, consiguiendo una piel con mejor densidad y firmeza. La piel recuperará el volumen desde el primer momento. Más adelante, gracias a los efectos acumulativos del tratamiento, se podrá apreciar bastante mejora en la piel, con una textura más lisa y uniforme. En función del paciente, y sus hábitos, los resultados de este tratamiento estético pueden durar entre 10-12 meses.
Durante el periodo de recuperación, puede aparecer una inflamación mínima en la zona tratada. Los pinchazos son prácticamente imperceptibles.
Todos los tratamientos son personalizados, los datos que damos sobre número de sesiones, tiempos de duración de la sesión y tiempo de recuperación son aproximados, puesto que cada persona presenta diferentes respuestas a los tratamientos.
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