La rinoplastia es una intervención donde la piel de la nariz se separa de su apoyo, compuesto por hueso y cartílago, que es esculpido con la forma deseada. Finalmente, la piel es redistribuida sobre este nuevo apoyo. Será decisión del equipo de cirugía plástica, según el paciente, si se realiza este procedimiento desde dentro de la nariz, haciendo unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales; o si es preferible hacer una rinoplastia abierta.

Cuando se completa esta cirugía facial, se coloca una escayola de yeso u otro material, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. Se retirará después de una o dos semanas como máximo. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal del paciente.

A veces, después de la cirugía pueden aparecer pequeños puntitos rojos sobre la piel, que son pequeños vasos sanguíneos rotos. Suelen ser muy pequeños y desaparecen con el paso del tiempo. En cuanto a las cicatrices, son imperceptibles. Las incisiones están en el interior de la nariz y no se ven.

Antes de la intervención

Antes de la rinoplastia, sometemos a nuestros pacientes a una evaluación médica integral. Esto incluye análisis de sangre, pruebas de coagulación y evaluación de la salud general. Normalmente, se llevan a cabo: evaluación hematológica, pruebas de coagulación, análisis de la función hepática y renal, además de visitar al anestesista para discutir tus opciones y abordar cualquier pregunta o inquietud que puedas tener sobre el proceso de anestesia.

Habitualmente, se estudia la zona a intervenir y para estar a punto para la operación, se recomienda hacer unas sesiones de preparación de los tejidos y de drenaje totalmente personalizadas en función de cada paciente. Esto nos ayudará para una recuperación más rápida.

¿Cómo es la recuperación?

La mayoría de pacientes que se someten a una rinoplastia se encuentran bien a partir del segundo día. En una semana, habitualmente, ya se puede volver a la rutina.

De todos modos, después de la intervención, es importante saber que:

• Durante las primeras 24 horas después de la operación, es habitual que el paciente note la cara hinchada, dolor de cabeza y molestias sobre la nariz.
• El cirujano plástico prescribirá medicamentos para calmar estas molestias iniciales.
• El primer día, el paciente tiene que permanecer tumbado con la cabeza elevada.
• El paciente puede aplicarse compresas frías para disminuir la hinchazón alrededor de los ojos.
• Esta hinchazón y los posibles hematomas resultantes de la cirugía desaparecen al cabo de dos semanas.
• Es común que, durante los primeros días, se produzca un ligero sangrado de la nariz.
• Se aconseja no sonarse muy fuerte la nariz al menos durante una semana, hasta que los tejidos cicatricen.
• Incrementar el consumo de alimentos con alto contenido de fibras, como frutas y vegetales, para evitar el estreñimiento.
• Usar, las primeras semanas después de la rinoplastia, ropa que se cierre y se abra por la parte delantera para evitar así las piezas que se introducen por la cabeza.
• Evitar las actividades extenuantes como correr o nadar durante dos o tres semanas.
• No tomar el sol, mínimo, hasta pasados dos o tres meses de la operación.

Una vez el equipo médico haya dado su visto bueno, se recomendarán sesiones de drenajes para mejorar la recuperación de la zona intervenida. 

Todos los tratamientos e intervenciones son absolutamente personalizados, los datos que damos sobre tiempo de la intervención y recuperación son aproximados, ya que cada persona presenta diferentes respuestas en la cicatrización.

Efectos secundarios: Toda la información en el siguiente enlace.