Actualmente, la amplia gama de productos destinados al cuidado capilar permite que, en pocos minutos y sin salir de casa, consigamos un cabello espectacular o un impactante cambio de look. Solo es necesario saber qué tipo de productos debemos adquirir y qué pasos hay que seguir para obtener los mejores resultados. Te contamos cómo lucir un pelo sano y cuidado llevando a cabo gestos básicos y sencillos, al alcance de todos.
Teñir el pelo, hacer mechas o dar un baño de coloral cabello nunca había sido tan fácil. Los tintes de última generación adoptan forma de champú, se pueden aplicar con un sencillo masaje y actúan en pocos minutos, sin necesidad de permanecer con el producto en el cabello durante horas. Asimismo, muchas de las fórmulas actuales se elaboran con sustancias hipoalergénicas y permiten que las personas con el cuero cabelludo sensible puedan disfrutar de la coloración en casa sin el riesgo de presentar reacciones alérgicas.
Puesto que la oferta de tintes es muy extensa, lo idóneo es elegir el producto que más nos convenga, teniendo en cuenta el tono de nuestra piel, el efecto deseado (brillo, reflejos, mechas, duración, etc.) y la forma de aplicación.
Si nuestro cambio de look no implica la aplicación de un tinte o un baño de color, el lavado del cabello suele ser siempre el punto de partida para conseguir un aspecto radiante.
Aunque lo mejor es dejar que el cabello se seque al aire, de forma natural, en algunas ocasiones es imprescindible el uso de secadores (cuando tenemos prisa, si hace frío o si queremos dar una forma concreta a nuestro peinado). En esos casos –aunque mantengamos el secador a una distancia prudencial– es muy importante proteger el pelo de las altas temperaturas. Para ello aplicaremos un producto protector del calor, que también podremos utilizar cuando usemos las tenacillas o las planchas alisadoras.
Antes de aplicarlo, retiraremos el exceso de humedad con una toalla y desenredaremos el cabello, mechón a mechón, con un peine.
Cada tipo de pelo requiere el uso de una herramienta distinta. Generalmente, el cabello rizado u ondulado, para mantener su elasticidad y forma, debe peinarse con un peine de púas anchas, separadas y largas. El pelo fino y liso, en cambio, puede cepillarse sin dificultad. En cualquier caso, el peinado debe ser suave, y debe empezar en las raíces (sin ejercer demasiada presión sobre el cuero cabelludo) y acabar en las puntas. Si hay algún enredo, lo aconsejable es separar el pelo en diferentes mechones y, poco a poco, peinar cada uno de ellos, sin dar tirones que puedan romper el cabello.
No lo olvides…
Además, es esencial proteger el cabello de las agresiones externas, como los rayos solares, el viento, la humedad o las altas temperaturas. Algunos productos específicos ayudarán a mantener la estructura del cabello en buenas condiciones. Tu dermatólogo te aconsejará cuáles son los más indicados para tu cabello.