La presencia de lesiones vasculares faciales, como arañas vasculares o angiomas, es uno de los problemas más comunes en las consultas de las clínicas de medicina estética. Actualmente, se pueden tratar gracias al láser vascular o fotoesclerosis, un tratamiento médico estético con un elevado porcentaje de éxito.
Las lesiones vasculares faciales son alteraciones de los vasos sanguíneos en la cara. Algunos de los factores que desencadenan su aparición son los cambios de temperatura, la piel sensible o la mala circulación de la sangre.
El primer signo suelen ser unas manchas rojas en la piel o en las mucosas. Su tipo, tamaño y localización marcarán el tratamiento médico que habrá que seguir para minimizarlas o hacerlas desaparecer.
Los tratamientos médicos estéticos, siempre bajo supervisión de un médico estético, son cada vez más efectivos. Se sirven de nuevas tecnologías muy variadas para lograr sus objetivos.
Uno de los tratamientos estéticos más habituales para tratar las lesiones vasculares en el rostro es el láser vascular, capaz de eliminar esas lesiones de una forma segura. Es un tipo de láser especialmente diseñado para corregir, con gran efectividad y sin riesgo, lesiones vasculares como manchas congénitas, las venitas visibles en forma de araña, estrías recientes, y algunas cicatrices causadas por la cirugía, el acné o quemaduras.
La luz láser penetra en las capas superficiales de la piel para llegar a los vasos sanguíneos que se encuentran debajo. Los vasos sanguíneos seleccionados absorben selectivamente la energía del rayo y son destruidos por el calor que crea el láser. Así, el cuerpo elimina los vasos dañados.
De esta manera se pueden tratar con mucha precisión y seguridad esas lesiones. Una vez finalizada la sesión, la piel recupera su tonalidad y belleza natural.
En la clínica estética del Grupo Atlántida se utiliza la innovadora tecnología DYE-VL de la Harmony XL Pro Special edition, un nuevo láser que es capaz de realizar múltiples tratamientos con tecnología luz de última generación para eliminar, entre otras, las lesiones vasculares como las rojeces, las arañas vasculares o cuperosis.
Los tratamientos estéticos con esta innovadora tecnología permiten eliminar lesiones vasculares en la cara gracias a la generación de una energía óptima de luz pulsada intensa dirigida a los vasos sanguíneos, cerrándolos y suprimiendo la aparición de pequeñas venas en la piel.
Antes de comenzar la sesión, hay que limpiar bien la zona. Este tratamiento no requiere administración de anestesia. En algunas ocasiones, y para minimizar las molestias, sí se utiliza un sistema de frío que adormece y protege la piel del área de la lesión.
En general, los expertos en medicina estética aconsejan uno o dos tratamientos para eliminar la mayoría de las manchas rojas comunes. Ciertas afecciones pueden requerir más sesiones.
Además, se recomienda que, entre las sesiones, transcurran aproximadamente unas tres o cuatro semanas. El número de tratamientos variará en cada paciente, según la cantidad y el tamaño de los vasos afectados, y el grado de reactividad vascular.
Las sesiones de láser vascular suelen durar uno o dos meses, y los resultados son visibles desde la primera visita a la clínica estética. Ya con la primera sesión, es muy notable una disminución del calibre de las venitas y la desaparición de algunas otras.
Al transcurrir diez días de la primera sesión, se empieza a reducir el tamaño de las lesiones de forma progresiva. De todas maneras, el paciente debe ser informado por el médico de que, a veces, son necesarias varias sesiones para observar los resultados definitivos.
Una de las grandes ventajas de este tratamiento es que no es necesario guardar reposo tras las sesiones. Únicamente hay que evitar tomar el sol y es necesario utilizar protección solar total hasta que la zona tratada recupere la tonalidad normal de la piel. Además, para evitar la vasodilatación, se recomienda no exponerse a focos de calor como la piscina, la sauna, los baños calientes, las estufas, etc.
Al acabar la sesión, en la zona tratada es muy probable que el paciente sienta una sensación de acaloramiento y una pequeña inflamación, que remiten al poco tiempo. Es decir, la piel puede enrojecerse y presentar edema, pero al cabo de las horas va desapareciendo. Los cambios de color de la piel, si se producen, tienden a desaparecer, de igual manera, con el paso del tiempo.
Las sesiones con láser vascular son un tratamiento con un alto porcentaje de éxito. Al tratarse de un método que se realiza en varias sesiones, los resultados se van percibiendo de forma progresiva. De esta forma, se consigue un efecto natural y armónico en el rostro.
Hay que tener en cuenta que algunas de estas lesiones pueden reaparecer en el futuro, de forma que sea necesario repetir el tratamiento pasados algunos meses o años. La clínica de medicina estética, finalmente, puede aconsejar, para los pacientes que así lo precisen, aplicar este tratamiento junto a otras técnicas de forma complementaria.
Dr. Isidre Martí
Director Médico de Clínica Estética Atlàntida