La lipotransferencia es una técnica de cirugía plástica corporal en que se usa la grasa que se obtiene mediante una liposucción en zonas donde hay excedente. Más tarde, se aprovecha para rellenar otras áreas del cuerpo con carencia de grasa, o también para dar forma en zonas susceptibles de mejorar visualmente.
La lipotransferencia es, hoy día, una de las intervenciones estéticas más consolidadas en España. De hecho, su demanda aumentó, entre los años 2000 y 2018, un 200%, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica. Este método quirúrgico se aplica, normalmente, con fines estéticos y reparadores, y es uno de los tratamientos de cirugía estética y plástica más naturales que existen. Gracias a esta intervención, se consigue moldear la figura del paciente, al redistribuir su propia grasa.
Consiste en la extracción de la grasa de ciertas zonas del cuerpo del paciente mediante liposucción para inyectarla en otras áreas propias que necesiten corrección de imperfecciones o mayor volumen. En este sentido, la grasa subcutánea tiene varias características que la convierten en un tejido idóneo para múltiples tratamientos, como puede ser la lipotransferencia.
Dependiendo de la cantidad de la extracción, se realizará de una forma u otra y de una o varias zonas del cuerpo. Por ejemplo, si hace falta mucha cantidad de grasa, la extracción se efectuará, seguramente, de la zona abdominal o de las caderas del paciente. Es en esas áreas donde se acumula más tejido adiposo.
Así, las zonas más habituales para proceder a la extracción de grasa son el abdomen, los muslos y las cartucheras. Una vez extraída, la grasa debe purificarse y descartar lo que no sirve: se puede depurar mediante distintos sistemas, como la decantación y lavados o ultrafiltración.
Contrariamente, las zonas corporales de infiltración más frecuentes son los glúteos y las mamas. Por otro lado, las zonas faciales de infiltración más indicadas son los pómulos, las líneas de marioneta y los surcos nasogenianos. Una vez injertado el nuevo tejido, este permanecerá en el cuerpo de manera permanente.
Generalmente son intervenciones con anestesia general, de unas dos horas de duración, como máximo, cuyo objetivo es la mejora del aspecto estético y el rejuvenecimiento del cuerpo.
Pero, aparte de las aplicaciones más típicas, como es el relleno para aumentar el volumen de alguna zona corporal, la reconstrucción mamaria o el rejuvenecimiento facial, la lipotransferencia también se emplea para el tratamiento de cicatrices o de lesiones provocadas por la radioterapia. Además, durante los últimos años, se ha utilizado en el tratamiento de dolores causados por lesiones nerviosas.
Para realizar la lipotransferencia, el paciente debe tener grasa sobrante en otro sitio. Antes de la intervención, se efectuarán pruebas para comprobar el estado de salud del paciente y asegurar al máximo el éxito del tratamiento.
Los días previos a la intervención, las recomendaciones más comunes para el paciente son:
Tras la intervención estética, en el sitio donde se ha extraído la grasa, se coloca al paciente una faja compresiva, que deberá llevar durante un periodo de 20-30 días.
Los pacientes, tras realizarse una lipotransferencia, raramente tienen inflamación. Y, si existe, desaparece al cabo de los días. Además, esta intervención no deja cicatrices visibles. El paciente, durante las primeras semanas, debe evitar los ejercicios de fuerza, no presionar la zona receptora y conservar la piel hidratada.
Por lo demás, podrá volver a sus actividades diarias de dos a cuatro semanas después de la operación, dependiendo de la zona tratada. Sin embargo, se recomienda continuar con los cuidados pautados durante un año y consultar periódicamente con el cirujano.