Se calcula que más del 90% de las mujeres tiene celulitis, una alteración de los tejidos que afecta de manera indiscriminada a todo tipo de personas: tanto a las que tienen sobrepeso como a las que presentan un peso adecuado e incluso a las más delgadas. Prevenir su aparición es esencial, pero, ¿qué hacer cuando ya es demasiado tarde?
Con la llegada del buen tiempo, son muchas las personas que intentan poner fin a la antiestética piel de naranja, pero lo ideal es empezar mucho antes. Y es que reducir la celulitis es posible, pero la mayoría de tratamientos requieren tiempo y mucha constancia.
Los más habituales y menos invasivos se basan en hacer dietas y actividad física, o en la aplicación de cremas o masajes drenantes. Otros recursos, más inmediatos e indicados especialmente para casos severos de celulitis, son las liposucciones y las sesiones de mesoterapia. ¿Por cuáles optar?
El papel de la prevención
Una vez se ha instalado, la celulitis parece no desaparecer nunca. Se requiere mucho trabajo y, sobre todo, constancia para acabar con ella. Los expertos son claros al respecto: la mejor solución es la prevención. Y, para ello, es imprescindible llevar un estilo de vida saludable, basado en una alimentación equilibrada y en la práctica de actividad física de manera habitual. Aún así, existen numerosos factores que hacen que la aparición de celulitis no pueda evitarse.
Las causas más habituales
La aparición de celulitis se debe a diferentes factores, que se pueden presentar aislados o de manera combinada:
La base: un estilo de vida saludable
Aunque cada tipo de celulitis tiene unas características propias, todos coinciden en que la alimentación y el ejercicio son la base de su prevención y tratamiento. Por este motivo, el primer paso es equilibrar la dieta y reducir la ingesta de productos azucarados (sin prescindir de alimentos como el pan, las patatas, el arroz, la pasta o las legumbres, que aportan azúcares lentos y son importantes en nuestra dieta), grasas saturadas, refrescos, alcohol, sal, etc.
No hay que intentar adelgazar rápidamente, ya que así solo provocamos flacidez y las protuberancias típicas de la piel de naranja se hacen más evidentes. Los especialistas aconsejan beber unos dos litros de agua al día para ayudar al metabolismo a procesar lo que comemos y evitar así el estreñimiento y la retención de líquidos, dos de las causas de la aparición de la celulitis.
De la misma manera, es fundamental hacer deporte. La natación es una de las actividades más indicadas para quemar grasas y reducir visiblemente la piel de naranja. También el yoga y andar son actividades recomendadas, puesto que reactivan la circulación linfática. Las personas más activas pueden realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada, durante un mínimo de 45 minutos, para activar la lipólisis.
Tratamientos específicos
Únicamente con una dieta sana y ejercicio es casi imposible combatir la celulitis y eliminarla por completo de nuestro cuerpo. Es cierto que estos dos factores son importantísimos, pero, por norma general, para obtener unos resultados visibles, se debe recurrir a soluciones complementarias:
En los casos graves, en los que la celulitis es rebelde y profunda, es muy probable que los tratamientos antes mencionados no tengan el efecto deseado. En estos casos, existen soluciones a medida, conducidas por especialistas médicos, que pueden acabar con el problema. Lo ideal es acudir a un centro médico acreditado y ponerse en manos de un buen profesional, que aconsejará al paciente sobre qué tratamiento es el más adecuado para su problema en cuestión.
Uno de los métodos más efectivos
La mesoterapia es uno de los tratamientos más demandados para reducir la celulitis de manera fiable y con los mejores resultados. Se trata de la aplicación de preparados farmacológicos mediante punciones en las masas grasas. Se inyecta directamente en el área a tratar de forma totalmente indolora.
La mesoterapia ayuda a reactivar la circulación, a deshacer el tejido conjuntivo y a eliminar el exceso de toxinas. Además, también es un tratamiento muy adecuado para las estrías, en combinación con otras técnicas complementarias, como el láser, la radiofrecuencia o el plasma.
Mantener la celulitis a raya