La ginecomastia es el agrandamiento patológico de una o ambas glándulas mamarias en el hombre. Según datos de la
Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), entre un 40 y un 60% de los varones del país tienen ginecomastia.

A partir de la quinta década de vida aparece un aumento fisiológico de la glándula mamaria en la mayoría de los varones. Normalmente, estos agrandamientos son consecuencia de cambios en los niveles hormonales, aunque también existen otras causas como son algunos fármacos, la enfermedad hepática y el abuso de alcohol.

En algunos casos, el tejido mamario inflamado desaparecerá sin tratamiento en un plazo de seis meses a dos años. De todas maneras, su presencia durante largos periodos de tiempo puede resultar antiestética porque el aumento excesivo de pecho deforma la silueta del hombre.

Generalmente, la ginecomastia no es un problema grave, pero puede ser difícil de manejar. Los hombres, a veces, notan un dolor leve en los senos y puede que sientan vergüenza. No se trata de un dolor severo, sino ligeras molestias al tacto. Para comprobarlo, se recomienda al hombre que masajee la zona de los pezones y el tejido de alrededor para saber si puede tener o no síntomas de ginecomastia.

Si no desaparece de manera natural, existen tratamientos de cirugía plástica para solucionar el problema. En la mayoría de los casos con la historia clínica, la exploración física, una ecografía/mamografía y una analítica de sangre con hormonas, es suficiente para alcanzar el diagnóstico de ginecomastia y su causa.

El procedimiento de la reducción de pechos en el hombre es una cirugía plástica de gran éxito entre los pacientes que se preocupan por su apariencia. A partir de sacar grasa y tejido glandular de las mamas, con una ginecomastia se consigue un tórax muy contorneado, firme y plano. En la consulta de la clínica de medicina estética, se recomendará al paciente la técnica más adecuada a cada necesidad.