Hilos tensores
Los hilos tensores, o hilos mágicos, son una técnica de rejuvenecimiento facial con efecto lifting sin cirugía. Estos hilos son reabsorbibles, estimulan la producción de colágeno y ayudan a combatir la flacidez de piel.
Este tratamiento de medicina estética es mínimamente invasivo y permite tensar la piel y devolver firmeza a los tejidos con un resultado muy natural.
Los grandes beneficios de esta técnica
Los hilos tensores pueden aplicarse en diversas zonas y están aconsejados, especialmente, para corregir la flacidez facial. Actúan produciendo un doble efecto lifting: estimulando la producción de colágeno y tensando los tejidos interiores.
Este tratamiento de medicina estética se realiza para:
- Reafirmar el óvalo facial
- Reafirmar el cuello y la papada
- Difuminar las arrugas de la frente
- Disimular las arrugas del contorno de los ojos
- Elevar las cejas
- Elevar los pómulos
- Mejorar las comisuras labiales
- Dar simetría a la cara
Tiempo estimado en realizar el procedimiento
Entre 30 y 60 minutos, en función de las zonas.
Anestesia
Crema anestésica/Anestesia local.
Hospitalitzación
No requerida. Tratamiento realizado en cabina.
Recuperación
No precisa.
Resultados
En breve y mejora a los 15 días.
Preoperatorio
No precisa.
Efectos secundarios
¿Cómo es el procedimiento de los hilos mágicos?
El médico estético se encarga de introducir y colocar estos hilos a través de unas agujas muy finas –similares al grosor de un cabello. Los hilos quedan colocados bajo la dermis sin que se noten visualmente.
El número de hilos que se introducen irá en función del tratamiento deseado y del tipo de piel del paciente.
Las sesiones duran entre 30 y 60 minutos, en función de las zonas a tratar, y se pueden llevar a cabo sin anestesia. Si algún paciente lo requiere, es posible administrar anestesia local o una crema anestésica.
Tipos de hilos tensores
Existen diversos tipos de hilos mágicos, aunque todos ellos son invisibles a la vista y al tacto. Se diferencian, entonces, por el material con el que están fabricados, hecho que condiciona la duración o los resultados obtenidos.
- 1. Monofilamento. Están hechos de propileno, un material que se reabsorbe en unos seis meses. Son perfectos para tratar arrugas finas y reafirmar la piel. Los resultados de este tratamiento estético se pueden observar a las tres semanas y pueden durar un año.
- 2. Tornados. Son más gruesos que los anteriores y más lisos. Están formados por varios hilos para conseguir un tratamiento anti aging facial más natural. Son perfectos para darle un mayor volumen a la zona tratada.
- 3. Espiculados. Cuentan con espículas bidireccionales que aumentan la tracción en la piel. Producen mayor tensión, por lo que se recomiendan para pieles caídas y flácidas que necesiten recuperar la tensión facial.
Cuidados tras una sesión de hilos tensores
Tras una sesión de esta técnica de lifting sin cirugía, el paciente puede retomar su actividad inmediatamente. Estos tratamientos de medicina estética, generalmente, no causan dolor ni molestias.
En algunos pacientes, puede aparecer una pequeña inflamación o hematoma que desaparece, de forma natural, a los pocos días. También puede notarse una sensación de calor en la zona donde se han introducido las agujas, aunque no es lo más común.
Existen ciertas precauciones a tomar cuando se acaba de aplicar esta técnica. Por ejemplo, no tocarse fuertemente la piel y no practicar deportes de impacto, para evitar golpes o caídas.
Los resultados son progresivos y se van percibiendo con el paso de los días, consiguiendo un efecto lifting y mejorando la calidad de la piel
Sus efectos provocan un cambio natural que suele dura de uno a dos años. Finalmente, los hilos tensores son un tratamiento susceptible a poder combinarse con otros tratamientos de medicina estética.
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