La abdominoplastia es un procedimiento de cirugía estética que pretende corregir el exceso de piel y grasa abdominal, sobre todo después de los embarazos. Pero ¿cuándo recurrir a este tipo de tratamiento?
La cirugía del abdomen es una intervención quirúrgica que reconstruye la pared abdominal. Es una técnica idónea para reducir el exceso de volumen y de flacidez de la piel de la zona, provocado por la acumulación de la grasa y la falta de tonicidad en la musculatura abdominal.
Esto sucede sobre todo en personas que han ganado o han perdido peso en muy poco tiempo, lo cual hace que la piel se estire y no sea posible que vuelva a su forma natural. Otro de los casos en los cuales la abdominoplastia es muy útil es en las mujeres que han tenido uno o varios embarazos con un aumento importante de peso.
En la mayoría de los casos, con la operación se consigue reforzar el vientre obteniendo grandes resultados, siempre que el procedimiento vaya de la mano de una dieta equilibrada y de la práctica habitual de ejercicio físico.
¿En qué consiste la abdominoplastia?
Una abdominoplastia completa puede durar entre 2 y 3 horas, dependiendo de la cantidad de corrección necesaria, y se debe realizar en el quirófano de una clínica o un hospital. El cirujano hace una primera incisión justo encima del pubis y una segunda, normalmente, alrededor del ombligo, según explica la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
En el caso de lo que se conoce como miniabdominoplastia, el tiempo se reduce a 1 o 2 horas, y se realiza una incisión mucho más pequeña, también por encima del pubis, pero no siendo necesaria la incisión cerca del ombligo. Los músculos abdominales son tensados y unidos, proporcionando así una pared abdominal firme de nuevo y una cintura más estrecha. La piel sobrante es retirada y el ombligo se sitúa en su nueva posición. Finalmente, se realizan las suturas y se coloca un vendaje y un tubo de drenaje temporal para eliminar el exceso de fluidos que se pueden acumular en la zona intervenida.
El postoperatorio
En las primeras 48 horas tras la intervención quirúrgica, el paciente puede sentir molestias y algo de hinchazón, dolor y sensación de tirantez en la zona, algo que se puede controlar mediante analgésicos. A los dos días se retira el vendaje compresivo y se cambia por una faja elástica. Es recomendable evitar los estiramientos de la zona, aunque se aconseja al paciente comenzar a andar.
Al tercer o cuarto día se puede realizar prácticamente una vida normal, aunque con limitaciones en los esfuerzos físicos. A los 10 días suelen retirarse los puntos.
Las cicatrices alrededor del ombligo y en el abdomen inferior irán mejorando con el paso del tiempo. En general, será necesario un periodo de recuperación de entre 3 y 4 semanas.
Algunas recomendaciones
Tras la operación hay que tener un especial cuidado para que los resultados sean los mejores posibles:
- Después de la cirugía y de que el médico dé de alta al paciente, este debe dirigirse a casa, donde alguien deberá ayudarle durante los primeros días de convalecencia.
- Se aconseja no realizar ningún tipo de actividad durante las dos semanas posteriores a la intervención y limitar las actividades deportivas durante dos y tres meses. Asimismo, el paciente tendrá que evitar levantar objetos pesados.
- Es aconsejable no dormir boca abajo durante el primer mes posterior a la cirugía, o durante el tiempo que indique el médico.
- También es importante no tomar el sol durante los primeros dos meses posteriores a la cirugía, para evitar que la cicatriz quede muy marcada.
¿Qué no deberíamos esperar de una abdominoplastia?
Tan importante es saber qué se puede conseguir con una intervención de este tipo como conocer bien qué no hay que esperar de una abdominoplastia. Se trata de un procedimiento muy efectivo para eliminar el exceso de piel y de grasa, pero hay que tener presente que:
- La abdominoplastia no es un sustituto del adelgazamiento.
- No permite tener un abdomen musculoso.
- Solo es un método permanente si se acompaña de una dieta sana y equilibrada y la práctica de ejercicio físico.
- Tampoco permite la corrección de las estrías, aunque algunas pueden ser eliminadas si están ubicadas en las áreas de piel que serán extirpadas.
¿Existen riesgos?
Es la pregunta más importante. Y la respuesta es sí, pero como en cualquier intervención quirúrgica. Es importante tener en cuenta que actualmente se realizan una gran cantidad de abdominoplastias, y que la mayoría tienen resultados muy exitosos, con pocas complicaciones, siempre y cuando sean realizadas por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, también se debe tener en cuenta que siempre que se practica una cirugía existen riesgos y complicaciones, como la infección o los trombos venosos, que raramente llegan a desarrollarse. En el caso de la infección, se resuelve con antibióticos y drenaje. Los trombos venosos se pueden prevenir moviendo las piernas y empezando a andar poco a poco después de la operación. También hay que vigilar con la cicatrización, pues si no se hace de forma correcta será necesaria una segunda intervención, pero esto ocurre en muy pocos casos. Si se siguen las pautas marcadas por el médico, no deberían preocuparnos en exceso los riesgos asociados. Hay que acudir a las citas de control que programe el especialista para realizar el seguimiento de la cirugía y su recuperación, y tener en cuenta que el resultado completo no se podrá ver hasta aproximadamente pasado un año.